28 noviembre 2008

Utopía sobre ruedas


Dos mujeres argentinas se subieron al proyecto de llevar películas, documentales, animaciones y cortos a comunidades rurales de toda Iberoamérica. Todavía falta mucho para que completen los dos años de ruta, pero ya han pasado por Chile, Bolivia y ahora están en Perú. Más de 3.000 personas, casi todos campesinos, han sido testigos de su trabajo.

POR RUDY TORRES VILLEGAS

“Señorita convoque usted al pueblo, venga conmigo, hable por el parlante del campanario de la Iglesia”, me dijo el corregidor de Madrigal. Que cosa loca eso de dirigirse a la población de ese modo, hasta me sentí alcaldesa por un par de minutos. Buenas tardes Pueblo de Madrigal, ha llegado a sus tierras un simpático proyecto cultural…”, cuenta Griselda Moreno sobre la experiencia de Cine a la Intemperie en el Valle del Colca.

Tanto ella como Viviana García han partido desde Argentina en busca de un sueño. Un viaje que lleve reflexión en torno a problemáticas de género, derechos humanos, cuidado del medio ambiente, preservación de los recursos naturales y derechos de los pueblos originarios, entre otros temas importantes. Los destinatarios, aquellos olvidados por el Estado, quienes debido a su pobreza y lejanía de las principales ciudades no tienen acceso a cineclubes o centros culturales y por lo tanto a información sobre sus derechos.

Y es que mientras Gris escribe, Vivi captura imágenes, sentimientos, experiencias. Pero no les quita el alma, como dirían algunos ancianos sabios. No, las inyecta a la bitácora de viaje de este proyecto que empezó en su país y tiene como meta arribar a Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Cuba, Venezuela, Brasil, Paraguay y Uruguay. Y claro, al lado de río de la Plata el feliz regreso a casa.

AMÉRICA EN CAMIONETA. Pero si eso les parece poco, deben saber que todo el recorrido lo hacen por carretera, a bordo de una camioneta en donde llevan material, ropa, computadora, cámaras, etc. Motivo por el cual, el vehículo se ha convertido en miembro esencial de Cine a la Intemperie. Tanto cariño le cogieron a la ‘Juana’, que arrugaron el corazón cuando se les malogró en Bolivia.

Tener que dejarla, asaltarse de dudas ante la posibilidad de claudicar en su misión, moverse como un productor de televisión para conseguir dinero para otro vehículo. Quedarse sin un centavo, empeñar el corazón en préstamos amigos y planear el retorno de la averiada compañera a tierras gauchas pulularon en sus cabezas. Pero lo lograron y llegaron a Lima a bordo de una nueva amiga, la ‘Macacha’.

La nueva ‘comadre’ las ‘bautizó’ con un susto, estancándose de repente en las alturas de Puno – susto irremediable y penitente – nos cuenta Vivi. Unos metros más allá, Gris acertaba al sueño con un cuchillo entre las manos en un cuarto de dudosas intenciones, con dueño de casa borracho, ella dormía en la ‘Macacha’. Horas después, a las cinco de la mañana, la mecánica ayuda le tocaba la ventana. De nuevo todo estaba bien.

NECESIDADES. Desde ese 24 de junio, que partieron desde Córdova, han recorrido miles de kilómetros hacia los recodos de Atacama (II Región de Chile), las riberas del Salar de Uyuni (Bolivia) y, en Perú, hasta la marginalidad de los poblados collaguas y cabanas en Puno y los hondos caseríos del Cañón del Colca, en Arequipa.

Hasta el momento las han visto alrededor de 3 mil personas, en su mayoría campesinos, lo que las llena de satisfacción, pues aseguran que son los pequeños pueblos hacia donde apunta su misión. En algunos, han participado de las proyecciones sólo doce o veinte familias, pero igual vale el esfuerzo. Es ahí a donde no llegan otros.

Ahora están en Lima, a la espera de algún sitio en donde hace lo mismo que en provincias, concientizar personas con material audiovisual, que escogen en cada función con la asesoría de ONG, distintas asociaciones y las propias autoridades de los pueblos, quienes les indican que es lo que más necesitan.

EL VIAJE. “Queremos poner a la intemperie otro cine, no el comercial de las taquillas llenas, sino el cine independiente, el que se produce a pulmón, el que nos enseña y muestra a veces con crudeza, otras con ternura o con comicidad nuestras realidades y que al tiempo polemiza, denuncia y hasta propone soluciones”, asegura Gris.

El periplo durará dos años y estiman recorrer 80.000 kilómetros. Su iniciativa cuenta con el apoyo de una veintena de empresas e entidades públicas y privadas. Su puerto no es uno, sino varios en cada país. El destino final no es Argentina, sino el mismo camino y todas las experiencias y ayuda que van brindando tras su paso.

Esa que se puede graficar en el corto de animación La grúa y la jirafa, que da la esperanza de conseguir hasta lo imposible, lo irreal, cuando se quiere. O con una frase de Galeano que ellas firman: “Elegimos la esperanza, su peligro, su intemperie”.

Sabía qué...
- Cine a la Intemperie está formado por tres argentinas: Viviana García (fotógrafa y productora), Griselda Moreno (comunicadora social) y María Eugenia Ferrer (educadora). Las dos primeras han llegado a Perú.
- Aquí, han recibido el apoyo de la ONG Asociación Pro Desarrollo (APDH) y la Agencia Española de Cooperación Internacional AECI-Perú.
- Esta semana parten rumbo al norte.
-Contactos: cinealaintemperie@gmail.com, o al 51- 950908804
- En nuestro país hay proyectos similares como Grupo Chasqui y Nómadas Perú, que vienen haciendo un trabajo arduo y silencioso.

Nota: Artículo aumentado, publicado originalmente en Perú21.pe. el 27/11/08
Fotos: Cine a la Intemperie

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