07 febrero 2009

Madres Desnaturalizadas

Natalia Iguiñiz vuelve a poner el dedo en la llaga de una sociedad pacata e hipócrita como la limeña con la muestra pequeñas historias de maternidad 2, que explora los intersticios de ser madre y desmitifica - o parece tratar - el tan arraigado "instinto materno". ÚLTIMOS DÍAS.

¿Existe el instinto materno?, ¿Gobierna su cuerpo una mujer embarazada?, ¿Es placentero dar de lactar?, ¿Una madre debe criar?, se pregunta la artista en una de las paredes expuestas. Las otras también gritan, mecen, arañan y arrullan. Empapadas de culpa o preguntas, insatisfacción y desengaño, gozo o paz.

Tres años después de pequeñas historias de maternidad, la artista profundiza en la ambivalencia de la maternidad y las múltiples disyuntivas que genera el proceso, desde la propia concepción y el hecho de haber decidido traer - o sea ser vehículo - un nuevo ser a este fuckin mundo, hasta los a veces caóticos y desgastantes momentos de la crianza. Los modelos, el deseo propio, el presente el futuro y la realidad. Pero con ellos, las fantasías que nacen minuto a minuto y ya tienen cuarto propio.

Contraponiendo lo establecido y reclamando un lugar. Sea como mujer, individuo o conjunto. Recordando que sólo se aprende a ser madre en la experiencia y que a veces dicha sabiduría nunca llega - o al menos como lo dicta la tradición - la artista da pie a una comunión con el visitante, en donde expone y deposita en él, sus dudas, ansiedades y descubrimientos.

"Aquí el énfasis está puesto en la reflexión sobre el cuerpo biológico y social que reinventamos cada día. Es imprescindible desnaturalizar la maternidad para liberarnos de las trabas que no nos permiten desarrollar todas nuestras potencialidades humanas", comenta.

Justamente el miércoles, Natalia Iguiñiz hizo énfasis en "la culpa". En esas licencias y ese continuo aprender, en el feminismo progresista y las taras que todos arrastramos desde casa. Es doloroso no ser la Supermamá, pero debe vivir con ello o modernizar el concepto. "Yo quiero que mis hijos sean rebeldes", confiesa y todo en esta "concepción" va por ahí.

pequeñas historias de maternidad 2 busca la salida a este laberinto de bestias que no paran de llorar y la obligan a servirse para ser devorada día y noche en "El lugar de las cosas salvajes 1 y 2" y "Mi niña no me come". Pero también vuelve al inicio, luego de un viaje transformación obligado para ser ella misma, para succionarse a sí misma y jugar a ser Dios, en "Ciertos vacíos".

Te toca en forma de hoja o de bebé, de llanto o sonrisa, vagina, teta, poema o heavy metal. Su suporte va desde el video hasta la pintura y ha interactuado con el público desde las paredes pero también cara a cara y en círculo indio, debatiendo y defendiendo los "egoísmos", el puerperio, lo "natural" o tan sólo eso que se llama libertad.

pequeñas historias de maternidad 2 va hasta el 15 de febrero en la Sala Raúl Porras Barrenechea del CC Ricardo Palma (Av. Larco 770, Miraflores). De lunes a sábado de 10am. a 10pm.y domingos de 2pm. a 10pm. INGRESO LIBRE.

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