Imágenes que te toman por asalto, para arrancarte las últimas susceptibilidades. Eso es en gran parte el más grande concurso de fotografía de prensa, pero no está de más buscar y ver con todos los sentidos, por encima de la violencia y el terror, para encontrar alguna sonrisa, alguna esperanza.
Paseaba por el Centro, una vez más, entre un sol que huía y decenas de chinos sonrientes y fotografiables. Sabía que entre el martes y el miércoles se inauguraban varias exposiciones, así que me colé en algunas por unos minutos. La que más me llamó la atención fue la World Press Photo 2008.
La foto del año le pertenece a Tim Hetherington, de Vanity Fair, y es la captura de un momento decisivo en la vida - y vaya que decimos vida - de un soldado estadounidense en un refugio en Afganistán. “Es la imagen de un hombre al final del camino”, comentó Gary Knight, presidente del jurado.
Ese es el motivo para que este casi retrato del miedo – llamado “Soldado americano descansando en un bunker” - haya ganado el prestigioso World Press Photo 2008. Porque se premia el fondo, la historia que hay dentro, la que está detrás y en muchas ocasiones sigue ahí. Esto, para los que se sorprendan por el lauro que ha conseguido esta toma que parece haber sido hecha con un celular.
Pero no todo es desesperanza en esta gran colectiva itinerante, que ha recorrido cerca de cuarenta países. No, las categorías son muchas y van desde Prensa o Vida cotidiana hasta Deportes y de Arte y Espectáculos a Naturaleza. Es cuestión de ver y adentrarse en cada historia.
Un esquiador perseguido por una avalancha en Francia, violencia post electoral en Kenia, la inocencia de dos niñas turcas, los dedos incrustados en los ojos del rival en plena lance por la NBA, el traslado de un enorme gorila por la selva del Congo, una niña disfrazada de fantasía japonesa y el último rastro - el vestido - de una mujer ansiando libertad.
Para quienes se sorprendan por la crudeza de algunas fotografías, se pan que el jurado ya puso el parche y “tiende su mano a quienes se empeñan en buscar los límites de lo que a muchos nos resulta cómodo y cuyos trabajos son un reto para las convenciones a las que se ajusta el periodismo gráfico actual o lo que debería ser”.
A más de uno se nos viene el recuerdo de Kevin Carter, su Pulitzer, la famosa foto y su suicidio. Y es que puede haber leyes, trabajos o improntas, pero no por encima de la realidad. Igual no he visto - por fortuna - eso en esta muestra. La World Press Photo 2008 va en la Galería Juan Pardo Heeren del Icpna (Jr. Cuzco 446, Lima). De lunes a domingo, de 11:00 a.m. a 8:00 p.m. Hasta el 7 de diciembre. El ingreso es libre.
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