19 diciembre 2007

Vacaciones en familia

Ir al cine, visitar un museo, jugar en el parque, o darse un chapuzón en la piscina. Las posibilidades son muchas, pero cuando tú y tus hijos comparten el tiempo libre es mucho mejor.

Pese a que los niños esperan con ansias esta época del año para los padres no es necesariamente así, en especial porque la gran mayoría sigue laborando en estas fechas. Es ahí donde surge el miedo a que este receso se transforme en época en la que los niños duerman demasiado y se pasen el día frente a la televisión o la computadora.

Lo que motiva a los padres a matricular a sus hijos en diferentes cursos o talleres o a obligarlos a repasar lo aprendido en el colegio. Argumentos que no necesariamente comparten los especialistas, quienes resaltan más bien que se deben evitar adelantos de grado, ya que el estudio de otras materias no es obligatorio durante las vacaciones.

NIÑOS ESTRESADOS. Aunque muchos padres disponen de disposición y medios económicos para que su hijos pasen vacaciones 'entretenidas' muchas veces no comprenden que el niño debe hacer lo que desee y no necesariamente lo que ellos crean es lo mejor para él.

No olvidar que la Conferencia Mundial de Salud Mental e Infantil informó que el 13% de los menores estadounidenses son obesos y susceptibles de diabetes, de ellos más de dos millones toman Ritalin (droga para el desorden por déficit de atención), y más del 20% sufre algún problema de salud; asegura.

Más aún, el psicólogo David Elkind -quien publicó en su libro The Power of Play sus investigaciones de 20 años acerca de la estimulación temprana- indica que los niños pierden 12 horas semanales de tiempo libre al dedicarlo a la práctica de deportes organizados y a actividades pasivas como mirar televisión, estar en la computadora o el Play Station, las que se han quintuplicado.

Si a eso le sumamos las horas de entrenamiento a las que son sometidos los niños para los cada vez más difíciles exámenes de selección en los colegios, las academias y los cursos de idiomas o artes los resultados son lamentables: niños con sueño, irritables, desmotivados, cansados, obesos, con problemas de conducta, entre otros.

Por eso es importante no olvidar que el tiempo muerto es positivo, porque en esos instantes la mente del niño recrea e inventa y en el caso de aburrirse creará un juego que le divertirá, desarrollando su imaginación.

No hay comentarios.: