¿Profecía o un día que muere en ciernes?
No había nada especial. Era de noche y ese sutil desengaño con el que suelen acabar los días largos, dio paso a una atención inusitada por el 'remake' de La Profecía, estrenada originalmente en 1976. Era de esperar que el 'oportunismo norteamericano' estrenase la cinta en una fecha -para muchos- nada casual. El sexto día, del sexto mes, del año seis: 666. Sí, el número de la bestia estaba premiado.
Entonces, todas esas 'almitas' sedientas de violencia, gritos desgarradores, oscuridad, efectos especiales y tramas repetidas, se dieron cita en los cines de nuestra nada terrorífica (solo horrible) ciudad, para pagar por su cuota de terror.
En principio se apagarían las luces para que la sangre deje su fragancia a muerte. Para que su ondulante sonrisa cobijara cada lágrima, cada grito, cada pequeño temblor de papel. Sin embargo, ese tintineo casi casual con el que suceden los acontecimientos aterradores todavía no ha visitado las salas limeñas. Quizá lo haga más tarde, queda mucho tiempo.
Sería necio negar que hoy es un día singular, pero ya han habido otros 666, dos para ser exactos. El tema con las fechas singulares, que llevan un 'halo' mortuorio o satánico, es ese, que muchas veces se queda en parafernalia.
Hoy mismo hay grandes conciertos en Iowa, Berlín, Barcelona e incluso en nuestro querido centro. Todos rindiendo de alguna manera 'homenaje' a un día tan ‘esperado’. No es de sorprender por ejemplo que bandas de heavy metal como Slipknot, Slayer, Venom armen grandes fiestas, gracias a todo el andamiaje que hay detrás de esta fecha. Ellos son conscientes del maquillaje diabólico que rodea su acto, pero en muy pocos casos -o ninguno- se creen su cuento.
Ya en los 80's los 'Ángeles del Infierno' coreaban a viva voz: "marca mi número, es el 666", la banda española llegaría a Lima mucho tiempo después, en el 2002. Pero para ser sinceros, más que satánicos, asemejaban ser unos eternos nostálgicos.
Así como ellos, el líder de Deicide, Glen Benton, le 'rindió' a su peculiar manera, homenaje al primer ángel. Pero Glenton fue más allá de cantar canciones anti cristianas, él prometió quitarse la vida al cumplir la edad de Cristo. Es más, hace varios años figuraba en su página web, un crucifijo volteado con su imagen y un conteo preliminar. El tiempo pasó y el cantante y guitarrista californiano sigue como si nada. Eso sí, un poco más gordo y con menos pelo.
Pero al igual que él, muchos se ven tentados ante el estigma de lo oscuro, tal vez por ser prohibido o porque en realidad es más interesante.
El terreno de la literatura no le es esquivo a la oscuridad ni a las abominaciones. Estas, dichas en todas las lenguas y en todos los tonos.
Poe, Maupassant, Chéjov hicieron gala de una tinta entre siniestra y onírica. Siempre con sonrisas entrecortadas, con un aliento desmayado. En el cuento "Arrepentimiento" de Guy de Maupassant, el protagonista se queda solo y llorando recostado en un árbol. Pero entonces ¿qué daba tanto miedo? Simple y sencillo: un tal vez que nunca sucedió y pudo haber sido realidad.
Lovecraft prefirió ser más explícito y creo "Cthulhu", una de su más grandes y aterradoras criaturas. Habría que hacer la salvedad de que Lovecraft era nazi. Incluso la banda inglesa Iron Maiden se vio influenciada en la mayoría de sus composiciones por sus historias. Son ellos quienes tiene el 'hit' de los 80's: "The number of the beast".
Sin ir muy lejos los escritores latinoamericanos Horacio Quiroga y Luis Andrés Caicedo tocaron el tema del horror de manera magistral en su narrativa. Quiroga es famoso por sus grandes cuentos y Caicedo (quien se suicidó a los 25 años) por sus novelas "Angelitos empantanados" y la incompleta "Noche sin fortuna", En esta última un niño sale a pasear, va a una fiesta de adolescencia y, lo que comienza como un tierno relato de Bryce, termina en una paradoja siniestra.
Hablar del diablo, de terror, de las bestias. Acarrearía tanto. Incluso el Gabo pedía la oportunidad de "encontrarnos en la resaca de un mundo acabado", Vallejo destilaba un "adiós de sangre", Cortázar se burlaba del mundo multiplicando conejitos en su "Bestiario".
La iglesia ya se ha pronunciado, como era de esperarse. En todo caso es algo que de seguro les compete. Lo real es que hoy es el sexto día, del sexto mes, del sexto año. Quizá nos depare nuevas cosas. O en todo caso una muy antigua.
De seguro, para la noche los cines estarán llenos. El pop corn y la gaseosa acompañarán la velada, los gritos, abrazos y besos aquietarán los corazones. Habrá frío, probablemente neblina. Unos cuantos cigarros, minutos y, todo habrá pasado.
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