18 junio 2006

Releyendo La Tercera Ola (4)

Más allá de la Producción en Serie o Rescatando al Individuo

Toffler es un “voyeur de fábricas”. Hace turismo laboral. Es así, que al llegar a la fábrica de Hewlett-Packard -una de las instalaciones más modernas del mundo- se da con la sorpresa que los empleados no vestían uniforme, usaban la ropa que querían y “trabajaban” a la hora que creían conveniente. Eso sí una fábrica tan limpia como un hospital.

Pero fueron del horror de los trabajadores de la vieja guardia, cabe una explicación muy clara: la mayoría de fábricas de última tecnología de los países desarrollados ya no fabrican en serie. Ahora se especializan en algunos productos y en lotes pequeños, de última tecnología, gran valor y generador de suculentas ganancias. Esta fábrica es un ejemplo.

O sea que la fabricación en serie, millones de productos iguales se la dejan a los países “en vías de desarrollo”. Sí, como el nuestro. Aquí todavía sufrimos por sacar productos en serie. Mientras allá corre la idea de la prenda única, eso que algunos artistas plásticos pintan con sello y firma en algunas galerías miraflorinas, con diseños, con un “rollo” y que va más allá de la ropa. Se convierten en “performances”.

Bueno, los gringos no desean tan elevado concepto, simplemente abran camisetas con tallas exclusivas en un futuro. Desaparecerán las XL, Médium, y Small. Sin nada de arte, pero con mucha tecnología.

Fundamentación. La búsqueda de identidad. De individualizarnos. Cuando escribió la obra, en los Estados Unidos solo el 9% de la población total – 20 millones de trabajadores- fabricaban objetos para 220 millones de personas. Los 65 millones de trabajadores restantes suministran servicios. Y hay ejemplos en Noruega y otros lados del Globo.

Crítica. Totalmente de acuerdo. Si nos centramos en nuestra sociedad -ejemplo radiante- nos damos cuenta que todavía todos vestimos lo mismo, compramos lo mismo, comemos lo mismo. Todo es moda, una moda vieja y sin identidad. Ahí están Saga y Ripley y sus miles de usuarios que visten igual. Todos tatuados con el mismo ISBN.

En Europa o Estados Unidos muchos jóvenes – por citar un ejemplo – buscan su identidad. Reciclando ropa y haciéndose de un estilo. Inventándose nuevos empleos, rompiendo patrones, comiéndose al Mundo.

Ah, el subtítulo La muerte de la Secretaria hubiera quedado bien en el capítulo XIV. Aquí es un exabrupto. Pésimo.

1 comentario:

natalia dijo...

Pero que hago si no se escapar del laberinto que me construyo yo misma? Que hago si no se hacer? Como sentir el dolor cuando duele?