05 octubre 2008

Amores y desvaríos


Así se llama la reciente exposición de José Tola, quien una vez más nos invita a descender a sus infiernos y, de salir vivos, a tocar su cielo. Además, sirve de anzuelo perfecto para hablar de un tema que nos compete a todos.

El viernes pasado tuvo un sol algo flojo pero aún así invitaba a salir, como para mirar de frente a la primavera, aunque ésta nos voltease el ‘rostro’. Como la cita era ineludible, emprendimos viajecito al centro, el cual nos costaría S/.1.20 y algo más de veinte cuadras para llegar, pero lo hicimos. Poco antes de las seis de la tarde, ya habíamos cumplido con la única obligación que nos había llevado hasta allí. Ahora hacíamos uso del libre albedrío para deambular, entre calles, rostros y la huida de la tarde.

Fue así como nos internamos en la exposición Amores y desvaríos, del pintor José Tola. La misma es un viaje a través de las relaciones humanas, el imaginario, la realidad, la conciencia del artista, el mundo y nuestra propia complejidad. "Aquí hay también espacios para las formas de amor y desamor, un sórdido universo de la vida en pareja, hijos perdidos en el tiempo, desvaríos. Y, sin embargo, hay también un Tola resurrecto, hijo, padre y abuelo de su primer amor (habido una vez más)”, señala el poeta Antonio Cisneros en la presentación de la individual.

Lo refrendan las propias palabras del artista, quien a un año de convertirse en papá sigue siendo complejo, pero a la vez sencillo. Y en su renovada juventud, reafirma que pintar es como deambular solitaria y egoístamente. Quizá por eso, Amores y desvaríos no sólo le rinda pleitesía al amor sino, además, a aquellos intentos, desencuentros, soledades, guiños o rumbos varios.

Pero para llegar a esta etapa de su vida, tuvo que llenarse de experiencia. "Para crear es necesario bajar al infierno y salir con la mente cambiada pero clara. Si cuando regresas todo sigue igual, el viaje te ha vencido", dijo hace dos años, con relación a otra de sus exposiciones.

Y vaya que el viaje valió la pena. Si lo dudas, nada más date una vuelta y piérdete entre sus fondos sinuosos, miradas palpitantes y gritos perpetuos. Pongan especial atención en los lienzos "Pareja de arco iris", "La casta Susana y los viejos", "Esta es la última vez que te digo que te quiero" y "Que nadie toque mi felicidad".

La exposición va hasta el 26 de octubre, en el CC Inca Garcilaso. De martes a sábado, de 10 de la mañana a 7:30 de la noche y los domingos hasta las 6 de la tarde. La entrada, como siempre, es libre.



Tola entrevistado el 2006 por Presencia Cultural

Nota: Originalmente publicado en Muévete!, el 01/10/08

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