28 junio 2006

Un TLC entre gallos y medianoche

Con 79 votos a favor, 14 en contra y seis abstenciones el Pleno del Congreso aprobó hoy el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. El dictamen en mayoría de la Comisión de Relaciones Exteriores se dio a las 02:33 horas. La cuestión previa para derivarlo a la Comisión de Constitución fue rechazada. Más de tres horas duró el debate, cuya primera intervención tuvo lugar pasadas las 23 horas.

Sin embargo, treinta minutos antes parlamentarios electos de Unión Por el Perú (UPP) irrumpieron en la sesión, interrumpiéndola con gritos, carteles en mano y hasta agresiones físicas. Debido a este hecho, el presidente del Legislativo, Marcial Ayaipoma, solicitó el desalojo de los humalistas, quienes se resistieron a dejar el Hemiciclo, por lo que se vio obligado a suspender momentáneamente el debate, tras pedir la presencia de un fiscal, para dejar sentado que estas personas cometieron un delito al perturbar la sesión del Congreso.

Retomada la 'tranquilidad' el congresista Carlos Ferrero de Perú Posible, hizo saber su molestia y, seguido destacó los beneficios del acuerdo comercial: "Chile ha firmado 18 tratados de comercio exterior, igual que México que se ha asociado con Estados Unidos (...) Los países que más han abierto sus economías, son los que más han crecido".

Dicho esto, lamentó la 'posición' de algunos sectores de izquierda, por -a su parecer- adoptar "posiciones de envidia o complejo". Minutos antes se puso al voto una cuestión previa para derivarlo a la Comisión de Constitución y determinar si una posible inconsecuencia con la Carta Magna. La propuesta fue rechazada por 82 votos en contra, 12 a favor y 4 abstenciones.

Esto motivó la molestia del legislador Javier Diez Canseco -quien había propuesto la moción- afirmó que acudirá ante el Tribunal Constitucional para presentar una acción de inconstitucionalidad contra esta norma.

Pero habría que preguntarse que motivo que la sesión empezara tan tarde. Peor aún, que se aprobara a esa hora 'tan conveniente'. No había nada que esconder, entonces para que tanto sigilo. Absurdo.

En todo caso los bochornosos incidentes generados por congresistas de UPP se han convertido en pan de cada día, por desgracia.

Acaso un tratado de esta envergadura no merecía debatirse quizá no más tiempo –el ministro Carlos Ferrero tiene razón, el tratado se ha debatido bastante- pero sí en otro tiempo. Veremos que pase. Ojalá los gallos no se hayan resfriado y hayan podido cantar el TLC.

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